Todo producto industrial necesita de un proceso para poder ser llevado a cabo.
En la creación de reductores, motorreductores y mecanismos para automatismos se deben dar unos pasos específicos concretos con el fin de optimizar el rendimiento y el coste de la producción.

El primer paso en el proceso de desarrollo consiste en estudiar las necesidades y características del producto a varios niveles. Cuánto va a costar, cómo se va a fabricar, qué durabilidad debe tener, de cuántas piezas va a constar, etc. La respuesta a estas preguntas determinará un tipo de fabricación, sobre el cual girará todo el proceso de desarrollo. Cuando todo este proceso está terminado, a menudo se realizan prototipos y modelos tridimensionales para determinar algunos aspectos técnicos.

Una vez determinado el tipo de mecanismo para automatismo que se va a desarrollar, empieza la etapa de preparación. En este paso se crean los moldes y útiles para la producción necesarios para automatizar en lo posible la fabricación. También en esta parte se compra el material necesario para la fabricación.

A continuación comienza la fabricación. Con los moldes fabricados y el material, se inyectan y fabrican los elementos necesarios para el siguiente paso.

El ensamblaje es una de las partes más delicadas del proceso de desarrollo. En este punto convergen todos los puntos anteriores. En el ensamblaje se unen y montan todas las piezas por diferentes modos y dan como resultado el mecanismo para automatismo completamente terminado. El proceso de ensamblaje puede incluir diferentes acciones, como soldaduras especiales, atornillado, engrasado, etc.

Cuando el producto está terminado, se prepara para la entrega al cliente. Antes de esto, el producto pasa por un control de calidad para comprobar que todo ha salido como estaba previsto. Finalmente se embala para ser entregado al cliente completamente terminado.